El próximo 26 de octubre la provincia entrará en la primera etapa del regreso a clases presenciales, en los niveles obligatorios, Primario y Secundario pertenecientes, en principio, al ámbito rural de localidades que no han reportado casos de COVID-19 o que llevan más de 21 días sin reportarlo. Posteriormente, en la segunda etapa se incorporarán en función de la situación epidemiológica, las instituciones del ámbito urbano de dichas localidades.
Las instituciones que reabrirán sus puertas cuentan con apto técnico de la Subsecretaría de Infraestructura Escolar, y con recursos de bioseguridad, higiene y limpieza otorgados por el Ministerio de Educación. El plan de retorno a las clases presenciales se adapta al protocolo establecido por el Ministerio de Educación de la Nación, que parte de un trabajo articulado con el Ministerio de Salud Nacional, aprobado por el Consejo Federal de Educación.
La vuelta a clases presenciales, es voluntaria, con autorización de los tutores, por etapas, con un sistema de alternancia, por grupos de estudiantes, poniendo en práctica todas las acciones que indica el protocolo, evitando poner en riesgo la salud de toda la comunidad educativa. La matriz de planificación se basa en el Plan Provincial de Vuelta a la Escuela.