Día Mundial de los Humedales: En el NEA están ambientes de los más amenazados

El 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales, ambientes de los más amenazados del planeta. En el NEA están los ecosistemas más amenazados del planeta como los Humedales Chaco; las Lagunas y Esteros del Iberá, en Corrientes o el Parque Nacional Río Pilcomayo, en Formosa.  

Día Mundial de los Humedales

De acuerdo a la última edición del informe de Perspectiva Mundial de la Convención de Ramsar, los humedales son ecosistemas clave para lograr la reducción de emisiones, la adaptación a los efectos del cambio climático y para frenar la pérdida de la biodiversidad. Son los ambientes más amenazados del planeta y más de un cuarto de las especies que habitan allí están en peligro de extinción.

 

 

 

Argentina tiene actualmente  23 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional o sitios Ramsar, con una superficie de casi 6 millones de hectáreas. 

 

 

A través de distintas líneas de estudio, investigadoras e investigadores del CONICET trabajan desde esta región para conocer cuáles son las características particulares de los humedales que existen en el NEA. El objetivo final es obtener conocimiento que permita avanzar en el desarrollo sustentable, conservando estos valiosos recursos naturales.

 

 

 

“Los humedales del NEA tienen la particularidad de estar vinculados a los principales ríos de Sudamérica, como el Paraná, Paraguay, Iguazú y Uruguay. Algunos están directamente conectados y otros, como por ejemplo los Esteros del Iberá, están actualmente alimentados únicamente por lluvias. Para comprender cómo funciona cada uno de ellos es necesario tener en cuenta el contexto ecológico territorial en el que se encuentran”, explica Sylvina Casco, investigadora del CONICET en el Centro de Ecoogía Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET- UNNE). “La estructura, la biodiversidad y la productividad de estos ambientes está condicionada por diversos factores, como la disponibilidad y la circulación del agua, el contenido de nutrientes, la temperatura o el fuego, entre otros”, señala.

 

 

 

Aunque las grandes extensiones de los humedales del NEA podrían indicar que existe un buen estado de conservación en la región, Casco advierte que se están registrando evidencias de cambios en las condiciones naturales de los ambientes vinculados a zonas urbanas o perirurbanas. “Para poder proteger y conservar los humedales es necesario seguir educándonos ambientalmente, continuar las líneas de investigación que permitan conocer el funcionamiento y la dinámica de estos sistemas tan particulares y, de esta manera, valorarlos convenientemente. En este sentido, las distintas acciones que se lleven a cabo -a nivel nacional y provincial- desde las instituciones gubernamentales, no gubernamentales, académicas y desde cada ciudadano en pos de un uso racional y adecuado de los humedales redundará en la protección de estos sistemas tan valiosos”, opina la investigadora.

 

 

 

En ese sentido, destaca el avance que se registra en Corrientes en el año 2.020 con la sanción de una ley provincial que establece la creación del Inventario Provincial de Humedales, con vistas a un ordenamiento territorial que garantice el desarrollo sustentable. “Tenemos que trabajar de manera conjunta en nuestro país para lograr la articulación del sector productivo con el académico y científico, para conservar los humedales y el ambiente, en general. Las políticas públicas adecuadas y las líneas de investigación que colaboren en la toma de decisiones para la solución de los problemas que puedan presentarse en el desarrollo de alguna actividad productiva favorecerán el cuidado de los humedales”, concluye.

NEA

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