Los diputados provinciales Élida Cuesta y Hugo Domínguez presentaron ante la Legislatura chaqueña un proyecto de Ley para que “cada primer día de clases”, de cada año, se lleve a cabo la  “Jornada Estudiantil de Concientización sobre Educación Sexual”. Se realizaría en las aulas de 1º a 5º año, en todos los establecimientos de educación de la provincia, ya sea públicos como privados y en todas las modalidades.

Ambos legisladores indicaron que el proyecto no se trata sólo de una sanción normativa, sino que pretende concretar el cambio de paradigma ya instaurado sobre cómo se concibe la sexualidad en el ámbito escolar y en la formación docente, las relaciones entre los géneros y el derecho de todos los niños, niñas, jóvenes y adultos a recibir educación sexual en el sistema educativo oficial y como proyecto institucional en cada escuela.

La “Jornada Estudiantil de Concientización y Prevención sobre Educación Sexual”, deberá ser la única línea temática a desarrollarse simultáneamente en los establecimientos mencionados durante toda la jornada escolar y se deberá contar con la participación en conjunto de la comunidad educativa.

El proyecto de Cuesta y Domínguez también señala que la convocatoria para esa jornada deberá ser amplia, y que involucre a sectores de la comunidad especializados en el tratamiento de la Educación Sexual, incluyendo a padres y tutores, y que los conceptos que se viertan estén orientados a la reflexión y educación sobre la salud sexual y reproductiva.

Al mismo tiempo, los autores indican que la autoridad de aplicación, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, será quien brinde el material pertinente, de tal manera de unificar el criterio y objetivo de la norma.

Entre los extensos fundamentos esgrimidos por Cuesta y Domínguez al presentar el proyecto de Ley señalan que en la mayoría de los colegios de la Provincia no se imparte educación sexual, y en las pocas instituciones donde sí se dicta se aborda la temática desde una perspectiva biologicista, omitiendo una crítica a las relaciones sociales subyacentes que son la razón de fondo que determinan la naturaleza discriminatoria y opresora que adquiere la sexualidad en la actual sociedad. Aún prevalecen el silencio y el tabú, remarcan.