Cuidar la piel desde edad temprana para evitar daños irreversibles

La Organización Mundial de la Salud aconseja a los adultos proteger a los bebés y niños pequeños de las radiaciones solares. También, observar si la sombra reflejada es más pequeña que la estatura del niño, debe permanecer en la sombra.

Consejos para tener en cuenta antes de exponer al sol a los bebés y niños.

La piel de los niños es más delgada que de los adultos y los mecanismos de defensa  cutáneos, como las glándulas sebáceas y el sistema pigmentado, se encuentran aún inmaduro. Por estos motivos la piel infantil no es capaz de ejercer una función protectora adecuada, siendo más vulnerable a las radiaciones solares y a las  agresiones  externas.

 

 

Además, las exposiciones solares recibidas durante la infancia representan entre el 50 y 80 % del sol recibido a lo largo de nuestra vida. Como el daño solar es acumulativo e irreversible es muy importante cuidar la piel desde edades tempranas.

 

 

Los menores de 1 año no deben exponerse directamente al sol, ya que a esa edad no controlan la temperatura corporal y el sistema de sudoración es deficiente e inmaduro. De todos modos se sugiere aplicar protector solar a partir de los 6 meses, ya que los rayos solares se reflejan sobre las distintas superficies y están presentes también en la sombra. Por tal motivo se aconseja aplicarles protector solar  30 minutos antes de exponerlos al sol.

 

 

Otros de los recaudos es evitar exponerlos entre las 10 y 16 horas. Durante ese horario de los rayos UV se encuentran más fuertes y producen mayor daño.  Hay otra forma sencilla de enseñarles a los más chicos esta regla, si su sombra reflejada en el piso es más pequeña que su estatura no es conveniente que estén al sol.

 

 

La Organización Mundial de la Salud recomienda que se debe proteger a los bebés y niños pequeños : siempre deben estar en la sombra.